Fusiones & adquisiciones
30 septiembre 2022

Green Data Centers: Regulación para la Eficiencia Energética Digital

Juan Ignacio Pitta
Juan Ignacio Pitta

DATA CENTERS Y TRANSFORMACIÓN DIGITAL. El aumento de tecnologías digitales, tanto entre consumidores como en las industrias de todo el mundo, ha provocado una explosión en la creación de datos y una demanda significativa de nuevos Data Centers. Un Data Center, o “centro de procesamiento de datos” es una instalación, construcción o inmueble de gran tamaño donde se albergan y mantienen numerosos equipos electrónicos como servidores, ventiladores, conexiones y otros recursos necesarios que se utilizan para mantener una red o un sistema de computadoras, información, conexiones y datos de una o varias organizaciones públicas o privadas. Muchos de los datos que existen en la actualidad son generados desde teléfonos, tabletas, computadoras, electrodomésticos, relojes inteligentes y otros dispositivos conectados a internet y tienen su almacenamiento en Data Centers[1].

La transformación digital ha acelerado la necesidad de contar con centros de almacenamiento y procesamiento de datos informáticos cada vez más modernos, seguros y con mayor capacidad operativa para proveer servicios de soporte, almacenaje y procesamiento de datos a empresas y gobiernos de todo el mundo. Según la Comisión Europea[2], se calcula que las tecnologías digitales representan entre el 5 y el 9% del consumo mundial de electricidad. Es probable que esta cifra aumente con la digitalización y las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, el Internet de las cosas y el Blockchain. Esto puede provocar un aumento problemático de las emisiones de gases de efecto invernadero si no se toman las medidas adecuadas[3].

GREEN DATA CENTERS: AVANCES REGULATORIOS. Las tecnologías digitales ofrecen soluciones ecológicas a diversos sectores de la economía, no obstante, resulta igualmente relevante la “ecologización” del propio sector digital. Un centro de datos ecológico (“Green Data Center”) es un depósito para el almacenamiento, la gestión y la difusión de datos en el que los sistemas mecánicos, de iluminación, eléctricos e informáticos están diseñados para maximizar la eficiencia energética y minimizar el impacto medioambiental. La construcción y el funcionamiento de un centro de datos ecológico incluye tecnologías y estrategias avanzadas, tales como: (i) Uso de energías alternativas, como la tecnología fotovoltaica, bombas de calor y tecnología de refrigeración por evaporación; (ii) Convertidores catalíticos en los generadores de reserva; (iii) Reciclaje de residuos electrónicos; (iv) Minimización de la huella de carbono en los edificios de almacenamiento utilizando materiales de construcción de bajas emisiones; (v) Paisajismo sostenible; y (vi) Utilización de vehículos híbridos o eléctricos en las instalaciones. Con el propósito de promover la eficiencia energética y la carbono-neutralidad para el año 2030, una serie de regulaciones y políticas internacionales han sido adoptadas en conformidad con los objetivos de impacto ambiental establecidos a través del Acuerdo de Paris y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Siguiendo estas directrices, diversas jurisdicciones a nivel global han concretado esfuerzos regulatorios para la creación y transformación de centros de almacenamiento de datos en Green Data Centers. Interesantes resultan los avances regulatorios realizados por la Unión Europea, que ha insertado el tópico de eficiencia energética de los servidores “Cloud” como prioridad dentro de sus políticas energéticas de impacto ambiental por medio de distintos instrumentos legislativos, donde destacan:

(1) El Reglamento de Diseño Ecológico para servidores y productos de almacenamiento de datos;
(2) El Código de Conducta de la UE sobre la eficiencia energética de los centros de datos; y
(3) Los Criterios de Contratación Pública Ecológica de la UE para centros de datos, salas de servidores y servicios Cloud.

En línea con las propuestas de la UE para la eficiencia energética el Reglamento de Diseño Ecológico de servidores establece requisitos técnicos de eficiencia que incluyen directrices para el factor de potencia de las unidades de alimentación y para los materiales utilizados en la construcción de los servidores, exigiendo a su vez la divulgación de información relevante por parte de los fabricantes. Por su parte, el Código de Conducta tiene como objetivo informar y estimular a los operadores y propietarios de Data Centers para que reduzcan el consumo de energía de forma rentable sin obstaculizar la función crítica de los centros de datos a través de la concienciación de todos los stakeholders involucrados, recomendando las mejores prácticas y objetivos de eficiencia energética. Finalmente, los Criterios de Contratación Pública Ecológica para centros de datos tienen por objeto ayudar a las autoridades a garantizar que los equipos y servicios de los centros de datos se adquieran de forma que aporten mejoras medioambientales que contribuyan a los objetivos de la política europea en materia de energía, cambio climático y eficiencia de los recursos, así como también a reducir los costos del ciclo de vida[4]. Esfuerzos regulatorios similares se han realizado a nivel federal en Estados Unidos a través del Energy Efficiency Act del año 2020, donde, entre otras medidas: (i) se exige al gobierno federal que realice un nuevo estudio sobre la cantidad de energía y agua que utilizan los centros de datos; (ii) se exige que los organismos federales analicen y mejoren la eficiencia energética de sus centros de datos; y (iii) exige que el Departamento de Energía y la Agencia de Protección del Medio Ambiente colaboren con las principales partes interesadas del sector, incluidos los operadores de centros de datos, para evaluar las formas de aumentar la eficiencia energética.

DATA CENTERS EN CHILE. Las líneas de transmisión submarina, el generalizado uso de tecnologías y energías renovables y la estabilidad económica y social (a pesar de la última crisis), ubican a Chile dentro de los países con mayor proyección dentro de Latinoamérica para la inversión en Data Centers. Actualmente existe en el país una Estrategia de Exportación de Servicios que impulsa la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería para triplicar la capacidad de Data Centers instalada, pasando de los actuales 150 MW a 500 MW en 2025. La reciente Ley de Cambio Climático ha impulsado el desarrollo de políticas públicas sostenibles, reforzando el compromiso de neutralidad de carbono del país. Según Teresita Vial, directora de la Asociación Chilena de Energía Solar (ACESOL) “La mayoría de los data centers que actualmente están funcionando en Chile tienen contratos para suministro de energía renovable y, al menos en Chile, ya parece ser un estándar. Lo anterior se debe principalmente por los compromisos ambientales y de sostenibilidad que tienen las empresas propietarias de los Data Centers y por ser actualmente la energía renovable una energía más barata de producir[5].”

Sin perjuicio de lo anterior, la regulación para la construcción y operación de Data Centers en Chile podría resultar insatisfactoria para inversionistas internacionales frente a jurisdicciones con similares características como Colombia o Brasil. Según lo indicado por Felipe Velasco en su columna del Diario Financiero[6], actualmente, para la ejecución de un proyecto que requiera de una Resolución de Calificación Ambiental (RCA) – como sería la instalación de un Data Center – debe presentarse la correspondiente Declaración de Impacto Ambiental (DIA) o un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), es decir un informe detallado, propio de un proyecto que se encuentra totalmente definido. Nuestra legislación impide la ejecución de obras antes de la obtención de la RCA correspondiente; por lo tanto, al plazo de desarrollo de los proyectos- que puede durar entre seis meses y un año- hay que sumarle la elaboración y tramitación de la respectiva DIA o EIA hasta la obtención de la respectiva RCA, lo que implica un “time to market” incluso mayor. En Brasil, por el contrario, los estudios ambientales son requeridos para el inicio de las operaciones de cualquier proyecto, lo que permite evaluarlos ambientalmente mientras son construidos y no una vez finalizada su construcción, permitiendo un ahorro sustantivo en los tiempos de ejecución. En este sentido, concordamos con lo indicado en la citada columna, por cuanto sería conveniente que el Servicio de Evaluación Ambiental estableciera un estatuto especial para los (Green) Data Centers que permita a los interesados presentar una DIA o un EIA anticipando impactos ambientales y sus mitigaciones, en paralelo al desarrollo de los proyectos. Agregamos a lo expuesto en la columna, que dicha regulación debería, a su vez, promover la optimización del uso de energías renovables a partir de los estándares ya instaurados en la industria, siguiendo las indicaciones técnicas de las directrices internacionales mencionadas.

Consideramos que una regulación que establezca las condiciones y directrices técnicas necesarias para los Green Data Centers en Chile no implicaría un ajuste técnico con altos costos para la industria, sino que reconocería los estándares internacionales de eficiencia ya interiorizados a través de los compromisos ambientales adquiridos. Para estos efectos la Ley de Cambio Climático serviría como fuente de principios y garantías ambientales para la conclusión de una regulación de este estilo. En definitiva, el gran crecimiento del mercado de Data Centers en Chile, las ventajas comparativas que nos otorgan los bajos costos de producción de energías renovables en el país, y el hecho de que la industria ya haya internalizado estándares internacionales de eficiencia energética a través de compromisos ambientales, permitirían a Chile ser pionero en la Región en cuanto a la regulación de Green Data Centers.

[1] Consultado el 27 de sept. 2022: https://www.kionetworks.com/blog/data-center/qu%C3%A9-es-un-data-center
[2] Consultado el 27 de sept de 2022: https://digital-strategy.ec.europa.eu/en/policies/green-cloud
[3] En 2018 el consumo de energía de los Data Centers en UE fue de 76,8 TWh. Se espera que esta cifra aumente a 98,52 TWh para 2030, lo que supone un aumento del 28%. A modo de comparación, la central nuclear de Palo Verde en Arizona, la mayor Arizona, la mayor de Estados Unidos, en 2019 generó ~ 31,9 Twh.
[4] Los criterios se focalizan en 3 áreas críticas: 1) Rendimiento del sistema TIC, 2) Rendimiento del sistema mecánico y eléctrico, 3) Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
[5] Consultado el 28 de sept. de 2022: https://ingeal.com/es/news-item/el-uso-de-las-renovables-es-un-estandar-en-el-sector-de-data-center-o-todavia-le-falta-mucho-camino
[6] Consultado el 27 de sept. de 2022: https://www.df.cl/opinion/columnistas/data-centers-en-chile-barreras-para-la-inversion